Una historia sobre cómo la música borra las fronteras entre Irán y Ucrania. ¿Por qué para Minatrix.FM la familia del artista HestiLL y la primera nieve son más importantes que los algoritmos y las listas de éxitos? Sigue leyendo…
A menudo se dice que la música no conoce fronteras, pero en la industria moderna esto se ha convertido en un cliché vacío. En Minatrix.FM lo vemos de otra manera. Para nosotros, una «comunidad global» no es una fría estadística de escuchas de distintos países ni gráficos analíticos sin alma. Es un ecosistema vivo, formado por personas reales que comparten con nosotros momentos de su vida, alegrías sinceras e incluso la primera nieve.
La música como vínculo personal: una carta con más vida que cualquier video promocional
Hace poco, nuestra redacción recibió un mensaje que no encaja en los marcos habituales del negocio musical. Nuestro residente, el talentoso DJ y músico HestiLL de Irán, no nos envió simplemente un nuevo demo o una consulta técnica. Nos envió una parte de su alma.
En las fotografías — Hosam (Hosam al-Din), su familia y su auténtica emoción ante un acontecimiento extremadamente raro para esa región: la nieve. Bolas de nieve, sonrisas y un muñeco de nieve construido por toda la familia. En estos momentos hay más vida y energía real que en cualquier clip promocional perfectamente pulido y costoso.
Este instante se convirtió para nosotros en un recordatorio importante. Mientras nuestro «viajero cósmico» se establece en Odesa, adaptándose al humor y al ritmo terrenal, nuestros amigos a miles de kilómetros —más allá de idiomas y políticas— sienten exactamente la misma conexión. Aquí la música es solo el pretexto, la base sobre la que se construye algo mucho más grande.
HestiLL: la voz del éxtasis oriental
Hosam al-Din, conocido bajo el alias HestiLL, es un claro ejemplo de artista para quien la creación es un proceso sagrado, casi íntimo. Su enfoque para producir Trance, Progressive, Psytrance y Acid resulta radicalmente honesto en la era de la producción en cadena.
Esto es lo que dice Hosam sobre su filosofía:
«Cada nota, cada ritmo y cada armonía son fruto de mi imaginación. No he tomado ni adaptado obras de otros artistas. Mi instrumento principal son los teclados, pero mi verdadero instrumento es el corazón y el alma».
Su serie de álbumes «The Trance Voice of the Orient» no son simples lanzamientos, sino un viaje sonoro al corazón mismo del éxtasis oriental. Es música en la que las palabras sobran y las emociones se entienden sin traducción.
Minatrix Family — no es un eslogan, es una realidad
Desde nuestra fundación en Odesa hace más de 15 años, desarrollamos Minatrix.FM como una alternativa a los algoritmos sin alma. Construimos un entorno donde el artista es una personalidad, y donde el apoyo y la confianza importan de verdad.
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Damos el impulso inicial: Nos enorgullece haber creído en músicos cuando aún eran solo «nombres locales». No importa dónde se cree la música —en un estudio de garaje en Odesa o en un ordenador doméstico en Teherán—. Aquí el talento siempre tiene una oportunidad.
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Borramos fronteras: En nuestra aplicación y en el chat desaparecen las jerarquías. Un productor de Europa puede debatir sobre síntesis sonora con un principiante de Tiflis, y un oyente de Ucrania puede agradecer directamente a un artista de Irán.
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Valoramos la sinceridad: Una foto de un muñeco de nieve en Irán es para nosotros tan importante como que nuestro residente entre en un ranking mundial. Porque detrás de la música siempre hay una persona —con su historia, su familia y sus sueños.
De Odesa — al infinito
Hoy, Minatrix.FM no es solo una emisora de radio o una enciclopedia musical. Es un punto de encuentro para quienes buscan a personas afines. Nuestro proyecto une la experiencia de maestros reconocidos y la audacia de los recién llegados, creando un espacio donde todos —desde un astronauta en órbita hasta una familia en el Irán nevado— se sienten como en casa.
Seguimos escribiendo la historia de la música junto a ustedes. No como plataforma y usuarios, sino como una familia repartida por todo el planeta.
De Odesa a las montañas nevadas de Irán, seguimos en la misma frecuencia. Porque la música real une a las personas, no a los mercados.
